No hace falta ser muy de Madrid (ni siquiera muy de la Península Ibérica) para haber escuchado esta expresión cantidad de veces. Esta es, desde hace mucho tiempo, una de las señas de identidad de la ciudad y una de las mejores formas de definirla.
Pero, ¿hay alguien en la sala que sepa realmente de dónde proviene? Yo no lo tengo claro, porque las teorías sobre cómo surgió son varias y muy variopintas. De entre todas ellas, una cuenta que esta frase se hizo famosa entre las gentes de la capital durante la segunda mitad del siglo XVIII. ¿El motivo? Que una vez finalizadas las espectaculares reformas de la ciudad ordenadas por Carlos III, Madrid tuvo una importante evolución, pasando de ser una villa castellana anticuada y logrando convertirse en la gran capital del imperio.
Sea esta historia cierta o no, la realidad es que Madrid es una de las ciudades más espectaculares del mundo. Y no es que lo diga yo, es que te lo dirá prácticamente cualquiera que haya recorrido sus calles.
Unas calles y unos edificios que desde hace semanas también recorre el equipo de GROC, haciendo de la ciudad un sitio todavía mejor en el que vivir, pasear, turistear y, sobre todo, disfrutar.
Pero, ¿hay alguien en la sala que sepa realmente de dónde proviene? Yo no lo tengo claro, porque las teorías sobre cómo surgió son varias y muy variopintas. De entre todas ellas, una cuenta que esta frase se hizo famosa entre las gentes de la capital durante la segunda mitad del siglo XVIII. ¿El motivo? Que una vez finalizadas las espectaculares reformas de la ciudad ordenadas por Carlos III, Madrid tuvo una importante evolución, pasando de ser una villa castellana anticuada y logrando convertirse en la gran capital del imperio.
Sea esta historia cierta o no, la realidad es que Madrid es una de las ciudades más espectaculares del mundo. Y no es que lo diga yo, es que te lo dirá prácticamente cualquiera que haya recorrido sus calles.
Unas calles y unos edificios que desde hace semanas también recorre el equipo de GROC, haciendo de la ciudad un sitio todavía mejor en el que vivir, pasear, turistear y, sobre todo, disfrutar.
Porque como en Madrid, en ningún sitio.