Está, pero no se ve

Siempre tiene que haber alguien que haga el trabajo sucio. Ese que todo el mundo trata de evitar a toda costa. Ese que muchas veces pasa totalmente desapercibido. Y es una pena porque, aunque muchos digan que no luce, en realidad es el que más luce. Bueno, en algunos casos más que lucir, reluce.

Estamos hablando de los genios del segundo plano, de esos actores y actrices secundarios que hacen brillar al protagonista y dan luz a toda la película; de ese futbolista que no tiene ningún problema en sacrificarse y así conseguir liberar a todos sus compañeros para que sean ellos quienes se lleven los flashes de las cámaras.

¿Es un trabajo duro? Por supuesto. ¿Reconfortante? A más no poder.

Y es que no todo el mundo necesita estar bajo los focos para sentir que su trabajo ha merecido la pena. Se conforma con hacerlo. Y hacerlo bien. Y que se note lo menos posible que ha pasado por allí. ¿Y sabes cuándo nos acordamos de él? Pues cuando no ha pasado por allí. Ahí reside su importancia. Estar sin molestar. Hacer sin estorbar. Para que todos disfruten sin preocuparse por nada.

En Groc llevamos muchos años estando ahí, sin que sepas que somos nosotros. Pues ahora ya lo sabes.